Momentos de salvación... Momentos de sanidad

¡Bienvenidos a "Way of Soteria"! ¡Un Camino de Salvación!

Gracias por tomar el tiempo hoy de visitar nuestro blog y oro para que este instrumento sea un pozo de agua fresca para usted y para quien quiera compartirlo.

Quizás te estés preguntando "¿Por qué este nombre? ¿Qué significa?". Pues bien, "soteria" es una palabra griega que podemos encontrar a lo largo del Nuevo Testamento que suele traducirse como "salvación". Sin embargo, la raíz de esta palabra ("sozo") también es una palabra que también puede significar "sanar". Entonces, esta palabra es un caso interesante donde podemos entender que algo en la Biblia se puede traducir como "salvación" pero también puede implicar "sanidad".

Este conocimiento sobre la palabra que se traduce como salvación en muchos de los textos del Nuevo Testamento amplía la comprensión de las Escrituras al atribuir dos significados simultáneos al mismo evento. Si, por ejemplo, podemos proclamar que la vida y el ministerio de Jesús pueden traernos "salvación", ciertamente podemos afirmar que el ministerio de Jesús puede "sanarnos". Y el sentido de sanación no se limita exclusivamente a las circunstancias físicas, sino también a aquellos aspectos de nuestra vida donde ha habido tanto una lesión física como una profunda herida psíquica y emocional. Una vida en Jesús puede ayudarnos a alcanzar la salvación, en el sentido religioso y espiritual, y por extensión sanarnos desde profundas heridas psíquicas y emocionales hasta heridas y dolores físicos.


Por supuesto, podemos pensar en cuestiones contextuales para decidir qué traducción o significado de la palabra se aplica mejor. De hecho, eso es exactamente lo que hacen la mayoría de los académicos que traducen el texto del griego o del hebreo. Pero me gustaría que consideráramos cómo al unir ambos términos en una sola acción no contradice uno u otro, sino que amplifica el propósito del texto.

"Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre. Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado? Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí. Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada. Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz." (Lucas 8:43-48).

Este texto trata de una sanidad explícita de una mujer enferma que sufría de hemorragias y es curada al extenderse para tocar el manto de Jesús, creyendo que al hacerlo la sanará de ella. Una vez que Jesús reconoce que el poder ha salido del a una persona, se gira para encontrar quién ha sido. Una vez que la mujer confiesa lo que ha hecho, Jesús dice "tu fe te ha sanado". Definitivamente podemos decir que ella ha sido sanada. Pero, de todos modos, este evento es un momento de salvación en la vida de esta mujer, es decir, un momento que está saturado de la gracia y el poder vivificante de Dios. Entender la sanidad como también un momento de salvación le da otra capa de significado a esta historia. Asimismo, podemos ver nuestras propias historias personales de sanidad y encontrar en ellas momentos de salvación que otorgan un sentido más profundo a nuestra experiencia de Dios.

Consideremos otro texto en el que el significado implícito es la salvación espiritual:

"Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él." (Juan 3:17).

Este texto está precedido por el famoso y conocido texto de Juan 3:16 sobre el amor que Dios tenía por el mundo, por el cual lo movió a enviar de él a su Hijo, Jesús, para dar vida a los que creen. Sin embargo, el texto actual, Juan 3:17, nos lleva a considerar y apreciar cuán expansiva y amplia es la misión de Jesús en el mundo: ¡es una acción de salvación! Y, sin embargo, ese acto de salvación que podría pensarse como "espiritual" puede fundamentarse pensando en las formas en que esa salvación del mundo puede manifestarse a través de momentos de sanidad que son un signo de la salvación profunda realizada. Se puede pensar en una "salvación del mundo" como una transformación en la forma en que establecemos nuestras sociedades, nuestras prioridades políticas, un énfasis en brindar atención y servicios a las personas desfavorecidas, etc. ¡Todos estos, y muchos más ejemplos, provocan un efecto directo sobre la salud y la posibilidad de vida de las personas, de las comunidades y hasta del mismo planeta! Este tipo de salvación no es solo espiritual, sino que también es un momento de sanidad que traerá un sentido holístico de la misión de Jesús en el mundo.

Al considerar simultáneamente ambos significados de "soteria" al concepto de salvación podemos integrar los efectos espirituales con los signos físicos y visibles de ese evento. Esto le da un sentido de plenitud a la acción de Dios a través de Jesús. Asimismo, cuando afirmamos que somos salvos, también estamos afirmando que estamos sanados o en proceso de ser sanados. Y viceversa, todo testimonio de sanidad es también un momento de salvación que nos conecta con el poder eterno de Dios. 

La salvación, entonces, ya no es un evento que se manifestará en el más allá, sino que se experimenta en nuestra realidad física y nos dirige a la trascendencia de un Dios eterno y amoroso.

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